lunes, 7 de enero de 2013

Presentación ¨El vecino de al lado¨ sala Gea.



    El pasado sábado 29 de diciembre de 2012, se realizó la presentación de la novela ¨ El vecino de al lado¨ de la editorial Círculo rojo.


    La presentación estuvo a cargo de su autor Raúl Santos, y acompañado del profesor de yoga Jorge Santos. Ambos grandes amigos y << como hermanos >> , broma que suelen emplear por la coincidencia de sus apellidos.

    El acto se realizó en la sala Gea, muy cerca de la zona del rastro de Madrid, y siendo ésta una sala cálida y acogedora. En la misma acudieron como unas treinta personas, la mayoría pertenecientes al círculo más cercano del autor, y pudieron escuchar de primera mano la exposición sobre el proceso que le llevó a decidirse por escribir la novela.

    Antes de todo ello, Jorge Santos del Burgo realizó una intervención que encantó a todos los asistentes. Jorge habló de su experiencia con el yoga, práctica que lleva realizando durante veinte años y que descubrió a través de su padre y abuelo. Jorge nos insistió en la necesidad de conectar con nuestra respiración, para poco a poco interiorizarnos y recogernos en nosotros mismos. También nos detalló la importancia de dar la bienvenida a las ansiedades para desde ahí descubrir nuevos puntos de apoyo. Sobre ello dio pie a la relación con el argumento principal de la novela y como el personaje protagonista va descubriendo nuevos puntos de vista.


    Tocó el turno a la intervención del autor Raúl Santos, donde tras agradecer la asistencia y dar la bienvenida quiso propiciar un clima familiar invitando a que en el final de la charla preguntaran sobre todo lo que quisieran y se realizara un coloquio. Raúl Santos abrió su exposición afirmando que el sentido de la misma era el de compartir el proceso. Según él, el libro ya estaba hecho, materializado, pero lo bonito, lo que realmente quería compartir, era el proceso realizado que fue empujado por una necesidad de expresar que le permitiera a su vez ordenar su mundo interior. En ese mundo interior, el autor revelaba las vivencias en primera persona de la insatisfacción, la ansiedad, las crisis de despersonalización, etc. Esas sensaciones angustiosas y de la mano de lo que él describe como ¨llamada mística¨ (alejada de instituciones o dogmas) le hacen inclinarse en lecturas de todo tipo, y en ellas va descubriendo el yoga, la mística y la autorrealización. En ese punto, Raúl Santos declaraba abiertamente su excepticismo hacia dichas sendas, pero donde al final la fuerte insatisfacción que le embargaba, -independientemente de tener cubiertas sus necesidades básicas- y esa ¨llamada¨ tan abrupta, hicieron que decidiera optar a conocer vías de indagación y autoconocimiento. En ese proceso de redescubrimiento se da cuenta de la dificultad de centrar su mente, siendo ésta una fuente inagotable de sufrimiento extra. Decide probar métodos de manera autodidacta ( vía que emplea para la gran mayoría de sus facetas), entre ellas la meditación, y descubre despavorido la imposibilidad de mantenerse tan sólo un minuto manteniendo la atención a la respiración sin que sea arrastrado por ningún pensamiento. Todo ello le hace decidirse a apuntarse a clases de yoga, en este caso con el autor que le ha inspirado a través de muchos de sus libros: Ramiro Calle.



    Comienza entonces una vía de aprendizaje y exploración contínua. Inmerso en ese proceso siente con mucha fuerza la necesidad de expresar, de contar, de compartir, y por qué no, de ayudar. Entonces un día se decide a sentarse frente al ordenador para ¨a ver qué sale...¨, y en ese momento comenzó la gran aventura. Una aventura que fue espontánea, sin estructurar, donde al principio de la novela se nota la ingenuidad y que el autor ha querido mantener y respetar. Le inspiró la idea de que a pocos metros alguien te puede ayudar, de que la persona más cotidiana, la que te encuentras yendo a comprar el pan, esconde en sí misma una sabiduría extraída en todo momento de su propia experiencia, lejos de acumular conceptos y conocimientos prestados y sin pasarlos por el filtro de su discernimiento. Raúl explicaba que la novela se ve a través de los ojos de Sergio, y que por ello, por estar en primera persona, iba a ser difícil para quien le conoce no crear una relación paralela entre el autor y el personaje, pero no obstante Raúl invitaba a leer la novela evitando el familiarizar al personaje y tratando de observar la historia sin juicios de valor y alejándolo de quien lo ha escrito.

    En la novela se plasma lo cotidiano, sensaciones, angustías, excepticismo. Se habla de la mente, del aquí y ahora, de lo transitorio, de la necesidad de observarnos y de no culpar tanto a lo exterior de nuestra propias deficiencias. Se habla de celos, asombros, encuentros, desencuentros...

   La novela se centra en el poder de la conversación. En la fuerza de las palabras que pueden derribar los más duros conceptos. Que pueden destrozar por completo los cimientos de una vieja psicología para dejar en el sujeto,  la tarea de reconstruir a través de nuevos enfoques y percepciones. Todo ello conglomerado en la vida diaria, de la de cualquier persona, y donde hay cabida para salpicar de cierta espiritualidad lo más cotidiano de un individuo.

    Raúl Santos quiso por último hacer participe a todos del libro, porque quien más, quien menos, ha ¨sufrido¨en primera persona sus ensoñaciones, sus proyectos, su repetitiva inclinación a acercar a todos lo que a él en un momento le ha podido servir. Con el libro, según él, se hace más fácil, porque un trocito de esa difusión la tienes en tus manos, porque en sus páginas nos podemos identificar tanto con Sergio como en Vicente, porque en algún momento todos somos discípulos y maestros de nuestra propia vida.





                                                ¨El vecino de al lado¨ Editorial Círculo rojo.





Raúl Santos Caballero.  Nacido en Madrid, difícil de catalogar por extraer su aprendizaje lejos del academicismo, ya de pequeño intuía y sentía esa llamada que hoy día le permite evolucionar en múltiples facetas.
Raúl Santos se desarrolla, por un lado, como profesor de peluquería, y por otro, como practicante y estudioso del Yoga, disciplina que trata de acercar y compartir a sus más allegados y a todo aquel que así lo desee. Raúl Santos no sólo se considera ¨buscador¨ espiritual, sino también ¨encontrador¨, porque según él de todo se puede extraer alguna revelación que ayude a transitar el camino del autoconocimiento. Para ello se sirve de lo cotidiano, viajar, leer, tocar el piano de manera autodidacta, escribir y experimentar la vida por sí misma.
   ¨El vecino de al lado¨ se convierte en su primera obra, fruto de una necesidad de expresar lejos de lo que pueda representar una palabra. 
   raulyogos@gmail.com



Jorge Santos del Burgo.Practica Yoga 

desde hace 20 años, cuando su 

padre y su abuelo comenzaron a practicarlo. Formado y federado

por la Federación Nacional de Yoga Sadhana y por Universal Yoga

 Center (Power Yoga) en India.


En sus cursos y clases combina Asanas (posturas y ejercicio
 físico), Pranayama (Ejercicios respiratorios) y Dhyana (meditación), con juegos y ejercicios de 
psicomotricidad, así como danzas y meditaciones activas y dinámicas, creando una conexión mágica 
en el grupo.
Actualmente preside la Asociación de Yoga para el Bienestar y la Conciencia y es tutor de la 
formación de profesores de Yoga de la Federación Nacional de Yoga Sadhana.

jorgeyogui@gmail.com













         Agradecer a Círculo rojo por su gran trabajo. A la sala Gea por su amabilidad. A Jorge Santos por su disponibilidad, y a todos los que hicieron posible el encuentro.










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